Plaza del Corregidor

Plaza protagonista de dos momentos cruciales en la historia de Ourense: la llegada de los primeiros monjes franciscanos y el ejercicio del poder de la Corona a través del corregidor.

Plaza situada al este de la catedral, en ella una estatua del escritor Otero Pedrayo parece invitar a contemplar la hermosa visión de su ábside, el cimborrio y las torres.

Como su nombre indica, aquí se encontraba la residencia de los corregidores, de la que aún se encuentran algunos vestigios en los edificios de moderna construcción: una inscripción del siglo XVII y un escudo del siglo XVI.

El lugar fue hace siglos la primera ubicación del convento de los franciscanos, asentados en la ciudad desde 1238. Todo indica que por entonces los frailes tenían dos casas y la iglesia, pero que graves disturbios urbanos a finales del s. XIII provocaron el incendio y destrucción del monasterio.

En la plaza se encuentran también la casa de los Temes (por los escudos, hoy dedicada a colegio) y una capilla neogótica, obra de Antonio Crespo (1897).

Su importante papel en la historia de la ciudad no ha impedido que sea en la actualidad uno de los centros neurálgicos de la noche ourensana.

La estatua dedicada a Don Otero Pedrayo es obra de Buciños y data de 1983. Encargada por el Ayuntamiento, provisionalmente estuvo situada en la Alameda, hasta que en 1988 se trasladó a este lugar. Otro autor ilustre, Eduardo Blanco Amor, situó aquí a los protagonistas de su novela A Esmorga, y no es de extrañar: la plaza sigue siendo hoy día centro de la vida nocturna de Ourense.