Casa Consistorial

La Casa Consistorial, centro del gobierno de la ciudad, preside la Plaza Mayor de Ourense con su fachada clasicista. Rematada en 1889, fue la tercera que tuvo la ciudad, después de que las ampliaciones, derribos y el paso del tiempo hicieran desaparecer las anteriores, de 1519 y 1698.

El Ayuntamiento levantó su primera casa consistorial entre los años 1516 y 1519. Es posible que en ella participara Rodrigo de Badajoz, autor del cimborrio de la Catedral. Hasta ese momento, las reuniones del consejo representante del poder civil tenían lugar en atrios de iglesias y plazas, como la cercana Alameda. El edificio pronto será objeto de ampliaciones hasta que en 1698 se impone la construcción de uno nuevo. Finalmente será más una reforma del antiguo que un nuevo edificio; el encargado de llevarla a cabo es Castro Canseco, en una de sus primeras incursiones arquitectónicas.

En 1873 un derrumbamiento obliga a levantar un tercer edificio. Este se termina en 1889. En 1947 una prolongación dentro del mismo estilo la terminó por delimitar. Por ello en el proyecto actual intervienen varios autores, empezando por Enrique Trompeta, pasando por José Antonio Queralt, y terminando con Mariano Rodríguez Sanz. Así tenemos una fachada clasicista con bajo porticado e interesante artesonado.

Antes de contar con edificio propio, el consejo gobernador de la ciudad se reunía en atrios de iglesias o plazas, como la Alameda do Concello, que toma su nombre de estas sesiones.

La actual fachada está rematada con reloj y blasón de Carlos II. En cambio, los símbolos del escudo de la ciudad (la torre, el puente y el león) se encuentran como detalle en las barandas de los balcones de la primera planta, tanto en portada como laterales. A la izquierda de la puerta principal se encuentra una placa del Instituto Geográfico Nacional que recuerda la altitud de la ciudad sobre el nivel del mar (135 m) así como su latitud y longitud.

El interior se organiza alrededor de una majestuosa escalera central por la que se accede al Salón Noble, presidida por una imponente cristalera con el escudo de la ciudad.