10 experiencias imprescindibles

Hay cosas que no os deberíais perder en vuestra visita a Ourense. Aquí tenéis diez, pero os quedaréis con ganas de más.

Ourense es de esas ciudades que no basta con ver, hay que vivirla. Con sus aguas termales, su historia, su gastronomía y sus ríos, Ourense es un destino diferente que te enamorará si sabes disfrutarlo. En la ciudad de los puentes usamos el bañador todo el año, saboreamos el pulpo los domingos, tomamos tapas vigilando las torres de la Catedral, aprovechamos cualquier oportunidad para disfrazarnos y nos apasiona la velocidad, salgamos a correr o estemos de rallye. Y es que hay experiencias que solo podrás vivir aquí, en Ourense.

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  • 1 Arte y patrimonio
Descubrir los colores del paraíso
  • 2 Arte y patrimonio
  • 2 Termalismo
Conocer a las ninfas de As Burgas
  • 3 Arte y patrimonio
Contar los puentes sobre el Miño
  • 4 Arte y patrimonio
Perderte en un laberinto de piedra e historia
  • 5 Termalismo
Bañarte a la luz de las estrellas
  • 6 Gastronomía
Brindar con uno de los vinos más antiguos del mundo
  • 7 Gastronomía
Probar el auténtico (y mejor) pulpo a la gallega
  • 8 Ocio
Dar rienda suelta a la imaginación en el Entroido
  • 9 Arte y patrimonio
Ver atardecer desde un poblado castreño
  • 10 La ciudad
  • 10 Ocio
Sacar tu lado más rockero

El detalle y colorido de las decenas de figuras de este pórtico iluminan la Catedral de Ourense: es una imagen que se fija en la memoria. Su impresionante policromía le ha valido el título de Pórtico del Paraíso, por oposición al gris del de la Gloria en Santiago, del que tomó inspiración.

Este es solo el principio de una Catedral llena de secretos; aquí al lado está la Capilla del Santo Cristo, del que dicen que le crece el pelo…

Se dice que quien toca el agua de estas fuentes, a más de 60º de temperatura, acabará celebrando su boda en Ourense. Y es que pocos lugares hay en la ciudad con más leyenda que As Burgas. Unos misterios que se remontan al Ourense romano, cuando fue centro social y religioso…

Si hoy te sumerges en su piscina termal y cierras los ojos quizás escuches el susurro de las ninfas moradoras de estas aguas; desde hace más de dos mil años se cuelan en los sueños de los visitantes de Aquis Auriensis.

El padre de los ríos gallegos es el que ha modelado la ciudad de Ourense desde sus orígenes, y atravesarlo ha sido siempre el reto de sus habitantes.

Desde los arcos del Puente Mayor, con fundación romana y corte medieval, hasta las líneas casi imposibles del Puente del Milenio, estas construcciones son el decorado indispensable de la ciudad y los testigos mudos del paso del tiempo. Cruces cuantos cruces, apostamos a que siempre se te escapará uno.

Sobre el mapa, la ciudad vieja parece un gran corredor norte-sur, apenas una línea recta. Nada más lejos de la realidad. Adentrarse en el corazón de Auria es un desafío a la orientación, un ir y venir de calles estrechas donde la piedra cambia su color según las distintas luces del día… El truco para recorrer este túnel del tiempo es saltar de plaza en plaza: la del Hierro, la del Trigo, Santa Eufemia, la Magdalena, San Marcial, la Plaza Mayor…

Imagina que es noche cerrada. Que hace frío, quizás llueve, quizás incluso nieva. Y tú en sandalias, bañador y toalla… mojando las puntas de los pies en un agua más caliente que la de cualquier bañera. A tu espalda el sonido del río y las hojas de los árboles meciéndose con el viento. Y brillando sobre tu cabeza, entre el vapor, las estrellas. Estás en A Chavasqueira, en Muíño da Veiga o en Outariz, y nunca te has dado un baño igual. Bienvenidos a las orillas termales del Miño.

El historiador romano Estrabón dejó escrito que ya en el siglo III a.C. por estas tierras se producía vino de «o Ribeiro». Este valle sigue cultivando unos vinos de altura, y es solo una de las cuatro denominaciones de origen que se concentran en la provincia de Ourense…

Quizás por eso, a la zona de tapeo de la ciudad la conocemos como Os Viños…

Que Ourense no tenga playa no es impedimento para que uno de sus pilares gastronómicos sea un producto de mar, el pulpo. De antiguo vienen la tradición y el secreto que ha hecho de su preparación todo un arte y el comerlo, un auténtico rito social para compartir con amigos y familia.

Si estás por Ourense en Entroido (nuestro particular Carnaval), haznos caso: disfrázate. Tendrás la oportunidad de participar en una celebración antigua como pocas, un homenaje al descaro y al buen humor que inunda de color las calles. No solo disfrutrarás del ambiente de la capital, sino que estarás a un paso del triángulo mágico de los Entroidos de Xinzo, Verín y Laza (ahí donde tiran las hormigas…).

Insistimos en lo del disfraz: de lo contrario, es probable que acabes pagando rondas en la barra de cualquier bar…

Hay muchos lugares para ver una puesta de sol, pero pocos con la magia de Santomé. Dos mil años de historia en piedras que evocan a los antepasados de la ciudad: los celtas, castreños y romanos. Todo enmarcado por un bosque de robles y alcornoques centenarios y el murmullo sordo del río Loña.

Y unas vistas que te dejarán sin habla.

La música y letras de una banda como Los Suaves han hecho de Ourense uno de los santuarios del rock estatal. De espíritu creativo y rebelde, la ciudad ha tenido siempre una excelente cantera musical que hoy sigue sonando por todos los rincones. Si lo tuyo es la música, aquí encontrarás tu sitio.