Ciudad del Rock

La música y letras de una banda como Los Suaves han convertido a Ourense en uno de los santuarios del rock estatal. De espíritu creativo y rebelde, la ciudad ha tenido siempre una excelente cantera musical que hoy sigue sonando por todos los rincones.

Pocos embajadores tan populares ha tenido Ourense como Los Suaves, la mítica banda de rock capitaneada por los hermanos Yosi y Charly Domínguez que durante dos décadas ha cosechado seguidores fieles y apasionados. Los músicos siempre han mantenido un vínculo estrecho con la ciudad, presente en sus canciones, sus letras y en las portada de discos, como el mítico San Francisco Express. Su estela rockera se deja sentir en la noche ourensana, en la zona de «Os Viños». En una de sus plazas, junto a la Catedral, la ciudad les dedicó hace ya algunos años,  donde una placa con el característico gato negro los recuerda:

Poetas del amor, del desengaño y de la vida, que desde Ourense han compuesto rock para todo el mundo.

La ciudad ha visto nacer otras bandas históricas del rock, como Megapearls, Mitocondrias o Cosecha Roja (hoy los Burgas Beat). En el panorama actual destacan BestLife (UnderYourSeat), con cierto poso anglosajón, y Os Amigos dos Músicos, que facturan un folk-pop de calidad y son habituales del Café Pop Torgal. En este pequeño local del Ensanche, ya casi zona universitario, sus dueños, los hermanos Pedrouzo, llevan años programando acústicos de primera línea, así como interesantes ciclos como el American Autumn. Especialmente activos y de espíritu punk son los responsables de El Pueblo, local de conciertos en la calle Hernán Cortés, en lo más profundo de la ciudad antigua.

El folk ha tenido también un peso importante en el panorama musical de la ciudad, destacando el combo Mutenrohi, en el que militó la gaitera Cristina Pato, y que bebe del rico folclore musical gallego que instituciones como la Real Banda de Gaitas o la Coral de Ruada han divulgado desde hace años. Mezclando la música tradicional con otros sonidos y ritmos tropicales destacaron dos bandas inolvidables, Lamatumbá y O Sonoro Maxín, autores de himnos imprescindibles en los festivales que cada verano inundan Galicia.