Ourense Modernista

Un recorrido por algunos de los edificios de la Bella Auria de comienzos del siglo XX, época en la que destacó el genio del arquitecto Vázquez Gulías, y que hoy nos recuerdan la transformación de la ciudad.

A mediados del siglo XIX soplan viento de cambio en Ourense. La apertura de la carretera Vigo-Villacastín (1861-63), hoy calle Progreso, supone una auténtica revolución económica que trae consigo una burguesía enriquecida en los almacenes, comercios, fondas y mesones que se abren alrededor de la nueva vía de comunicación. Urbanísticamente, con la nueva vía Ourense deja de ser la ciudad medieval cerrada sobre sí misma; las calles se prolongan y se abren otras nuevas, como la del Paseo, al tiempo que se transforma la arquitectura de los edificios, inspirada por los aires de modernidad que trajeron las comunicaciones y el dinero de estos nuevos comerciantes e industriales: casas de hermosas galerías talladas en madera y granito labrado.

En Ourense, el Modernismo está representados por dos grande arquitectos. Daniel Vázquez Gulías (1869-1937), natural de Beariz, se formó en la Escuela de Arquitectura de Madrid (ETSAM) para después viajar por París, Viena y Berlín. Fue arquitecto municipal de Ourense y también arquitecto diocesano. En sus creaciones, claramente modernistas aunque dotadas de cierto eclecticismo, modernidad y tradición dialogan armónicamente: su contribución a la transformación de Ourense es incontestable. También destacada la figura Manuel Conde Fidalgo (Allariz, 1897 – Ourense, 1984), arquitecto municipal y de la Diputación, al que le debemos obras como la Plaza de Abastos o la iglesia de Fátima.

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Alameda
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Jardines del Obispo Cesáreo
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Palacio Episcopal
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Centro Cultural Marcos Valcárcel
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Diputación de Ourense
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Casa Taboada
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Calle del Paseo
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Esquina de Cardenal Quiroga
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Casa de Fermín García
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Bailén: la Banca Romero

Alameda

Jardines del Obispo Cesáreo

Palacio Episcopal

Centro Cultural Marcos Valcárcel

Diputación de Ourense

Casa Taboada

Calle del Paseo

Esquina de Cardenal Quiroga

Casa de Fermín García

Bailén: la Banca Romero

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Uno de los rincones de la ciudad que mejor conserva el encanto de otras épocas. Fue remodelada por Vázquez Gulías como espacio de tránsito entre la ciudad antigua y la moderna. Suyo es el palco de la música y la hermosa Casa Román y Saco (1911), con su galería de madera.
Destaca también el edificio de la Plaza de Abastos (1929), de Conde Fidalgo, cuyo fachada de estilo clasicista recuerda a una iglesia.

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Jardines del Obispo Cesáreo
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En la parte alta de la Alameda destaca la Casa Junquera (1913), en el número 9, espectacular ejemplo de vivienda de comerciantes. De clara inspiración historicista, en su fachada no faltan las referencias a Mercurio, dios del comercio.

En el número 1, haciendo esquina con Lamas Carvajal, los Almacenes Olmedo (1925), proyectados inicialmente como hotel.

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Palacio Episcopal

El actual obispado (Progreso, 26) fue proyectado en 1888 por Antonio Queralt como ampliación del Seminario Conciliar. La decoración, con cornisa de arquillos, pequeñas ventanas saeteras, cruces, etc., pretende dotar de cierto historicismo medieval al conjunto.

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El Centro Cultural Marcos Valcárcel fue el almacén y vivienda de los Simeón García, comerciantes de tejidos. Diseño de Serra i Pujol (1894), es un monumental edificio de estilo ecléctico, con símbolos alusivos al comercio e industria en el frontón de remate.

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Diputación de Ourense

En la acera opuesta está el Palacio de la Diputación (1912), obra de Vázquez Gulías que realiza por encargo de la propia institución, tras adquirir en 1895 esta antigua fábrica de hilados. Para adecuarla a su función pública Gulías añade, además del escudo provincial, un espectacular balcón en su cuerpo central.

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Casa Taboada

Aunque no puede visitarse, la Casa Taboada merece una pequeña parada para detenerse a admirar su hermosísima galería. Es un trabajo también de Vázquez Gulías, quizás su obra cumbre, y en ella se acerca a los postulados de Gaudí. Recibe ese nombre por la farmacia que durante años ocupó su bajo.

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Calle del Paseo
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Calle que ocupa lo que fue el campo de los dominicos; nace como ensanche en el XIX, en plena transformación de la ciudad.

Destacan varias viviendas de la nueva burguesía urbana, como la casa del empresario Felipe Santiago (Vázquez Gulías, 1910), en el número 15. También la portada blanca restaurada del antiguo Teatro Losada (Alonso Vargas, 1926) y el Centro Cultural José Ángel Valente, antigua sede del Banco de España.

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Esquina de Cardenal Quiroga
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El cruce del Paseo con la calle Cardenal Quiroga bien podría ser uno de los rincones de más valor arquitectónico de la ciudad. Destaca el edificio del antiguo Hotel Miño, con su llamativo y colorista mirador (1909), y justo enfrente el edificio Román (Mercader, 1892), hoy oficina bancaria. En la esquina opuesta dos construcciones posteriores pero de gran interés: la casa del arquitecto Manuel Conde Fidalgo (1931) y el primer edificio racionalista de Ourense (Mariano Sanz – A. Alex Reinlein, 1935).

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Casa de Fermín García
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Aunque algo eclipsada por la monumentalidad de la Casa Consistorial y el antiguo Palacio Episcopal, se trata de otra obra de Gulías de gran belleza. Sede actual de el Centro Expositivo Afundación, recibe el nombre por el comerciante que la ordenó construir. Sobresale la ornamentación de su fachada, en especial la utilización de azulejos, que fue una auténtica novedad en el momento.

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Bailén: la Banca Romero
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Imponente caserón en el Centro Histórico que Gulías restaura en 1905, está vinculada a la figura de Pedro Romero Muelas, promotor de uno de lo primeros bancos de la ciudad. Hoy luce una reciente y espectacular rehabilitación.