Por la mañana

Para conocer la esencia de la gastronomía ourensana una buena opción es visitar la Plaza de Abastos. Hoy instalado en un recinto provisional en los jardines de la Alameda, el mercado alcanza su momento mayor actividad en las primeras horas del día. Al lado puede verse el edificio original de la Plaza, actualmente en proceso de reforma. Se trata de una construcción de estilo clasicista obra del arquitecto Conde Fidalgo cuya fachada nos recuerda a la de una iglesia.

El espacio de la Alameda y jardines de Bispo Cesáreo, con su palco de la música, fuente, jardines y hermosas fachadas, nos traslada a fines del siglo XIX y principios del XX. Desde aquí enlazamos con la calle Lamas Carvajal, donde podemos parar en el Liceo. Enclavado en un palacio del Renacimiento, su patio de columnas nos invita a tomar un descanso. Una vez aquí, podemos dedicar la mañana a visitar algún espacio expositivo. Empezamos por el Centro Cultural Marcos Valcárcel, en cuyo interior, además de exposiciones temporales, encontramos una interesante colección de trenes a escala.

Para disfrutar de buen arte contemporáneo tampoco hay que perderse el Centro Cultural José Ángel Valente, con programación variable. Ya fuera del Centro Histórico, continuaremos hasta el campus universitario (no sin antes detenernos en alguna galería de arte de camino), donde podemos disfrutar del talento de jóvenes creadores en su Sala Alterarte y también visitar un curioso museo dedicado a la gaita. En las inmediaciones se encuentra la iglesia del Santo Cristo, donde veremos un singular ejemplar de alcornoque.

Por la tarde

Una primera escapada sería acercarnos al pueblo de Seixalbo, declarado Núcleo Rural de Valor Histórico-Etnográfico. El núcleo, en pleno camino de Santiago, conserva interesantes muestras de arquitectura rural tradicional. Además de disfrutar de sus calles estrechas es interesante adentrarse en los campos que rodean el núcleo, espacios naturales desde donde además se divisan buenas vistas sobre Ourense.

De vuelta en la ciudad, subiremos hasta San Francisco. Si aún no hemos visitado el Claustro es parada obligatoria, pero luego podremos detenernos en la sala anexa, donde se exponen algunos de los fondos del Museo Arqueológico Provincial. También están cerca el cementerio de San Francisco (a la entrada un mapa nos indica la situación de los ilustres personajes enterrados en él), el Auditorio Municipal (con una amplia oferta cultural, además de ser un interesante edificio contemporáneo) o el parque ferroviario de Carrileiros (donde uno puede volver a sentirse niño subiéndose a un tren).

Desde aquí podríamos ascender hasta Montealegre, aunque en este caso recomendamos que usen el coche para acceder a él. Además de disfrutar de la vegetación autóctona y las exóticas especies de un espacio que está configurándose como jardín botánico de Ourense, podremos acercarnos hasta su mirador para contemplar una de las mejores vistas de toda la ciudad.

Regresando al centro, un baño en As Burgas podría ser el broche perfecto para finalizar la jornada de este tercer día en Ourense.