Ruta del Románico en Ourense
Seguimos las huellas de este estilo puramente medieval en la ciudad, en un paseo que comienza en la Catedral de San Martiño y continúa explorando el aún desconocido rural ourensano.
La provincia de Ourense atesora una de las mayores colecciones de arte románico de la Península. También es una de las señas de identidad de la capital, con un interesante patrimonio que comienza con sus dos grandes monumentos, la Catedral Basílica de San Martiño y el antiguo Palacio Episcopal, para después expandirse en pequeñas iglesias de su perímetro rural.
En esta ruta buscamos poner en valor este singular legado, siguiendo la huella románica no solo en las obras más monumentales (Catedral y Palacio), sino también en templos más humildes y otras manifestaciones artísticas. Algunas de estas piezas, a pesar de ser menos conocidas, también constituyen verdaderas joyas románicas: la iglesia de Santa Baia de Cudeiro, la talla del Cristo de los Desamparados o el conocido como Tesoro de San Rosendo.
Arte Románico: una aproximación histórica
Durante los siglos XI al XIII, la mejora de las condiciones económicas y el aumento de la influencia de la Iglesia favorecen que en Europa occidental se creen nuevos templos y se expandan las órdenes religiosas, dando lugar a nuevos monasterios y a las primeras grandes catedrales. En este contexto surge un gran estilo artístico con un lenguaje específico, que se extiende por toda Europa y que puede ser considerado como el primer estilo artístico europeo: el Románico.
A través del Camino de Santiago, el itinerario de peregrinación más importante de Europa, el Románico se adentra en Galicia y se instala como el estilo de referencia en todo su territorio.
En Ourense, con la designación de la ciudad como señorío episcopal en el siglo XII, el obispado promueve dos grandes construcciones: una nueva catedral y el palacio episcopal. Estas dos obras están especialmente influenciadas por el Románico compostelano, y a su vez servirán como inspiración para las nuevas iglesias de las parroquias en el rural ourensano.
Antiguo Palacio Episcopal
Iglesia de Santa María Nai
Antología de escultura
Iglesia de Santa Baia de Beiro
Iglesia de Santo André
Iglesia de San Mamede
Iglesia de Santa María de Reza
Arco de San Miguel de Bóveda
Iglesia de San Breixo
Iglesia de Santa Marta de Velle
Iglesia de San Pedro
Iglesia de Santiago
La Basílica de San Martiño es quizás una de las catedrales románicas más interesantes de la Península pero también una de las menos conocidas.
Uno de los pocos edificios civiles románicos que se conservan, representa el poder del obispo en Ourense, desde 1122 señorío episcopal. El cuerpo central del patio interior se organiza en dos niveles: el piso bajo con una arquería de arcos de medio punto y el superior con ventanas. Parte del muro norte y el edificio que hoy acoge el Archivo Provincial (el antiguo refectorio) son también románicos.
Existe poca información de cómo sería la desaparecida iglesia original, parte del complejo del palacio episcopal. Se discute si fue solar de la catedral o templo catedralicio temporal. Una inscripción en su lado norte fecha su consagración en el año 1084 (1122 de la Era Hispánica). La nueva iglesia (1722) conserva en su fachada unas columnas de mármol que probablemente provengan de un edificio tardorromano o de la primitiva (prerrománica) iglesia altomedieval.
El antiguo palacio es desde 1951 sede del Museo Arqueológico Provincial, actualmente cerrado. Parte de sus fondos se exhiben en una sala dispuesta en la antigua capilla del convento de San Francisco, hoy complejo cultural. La muestra recoge una interesante selección de piezas escultóricas del Románico.
Referente del románico rural en Galicia, esta iglesia parroquial conserva buena parte de su aspecto original de comienzos del siglo XIII. La portada principal tiene dos arquivoltas de medio punto con decoración vegetal de influencia mateana, lo mismo que los capiteles. El ábside está dividido en cinco partes, una de ellas parcialmente tapada por la sacristía, y se remata con un Agnus Dei.
Esta iglesia es otro ejemplo “clásico” del románico gallego de principios del siglo XIII. La puerta de su fachada principal es de arco de medio punto decorada con ajedrezados. Destacan los capiteles con decoración vegetales y canecillos.
La iglesia de Palmés (s. XIII) nació vinculada al hoy desaparecido monasterio de Santa Comba de Naves. Su remodelación en el XIX hizo desaparecer buena parte de su traza románica pero se conservan vestigios en las fachadas sur y norte: canecillos de factura geométrica, vegetal o figurado y trozos de ajedrezado en la cornisa.
Con una posición privilegiada en las faldas del monte Santa Ladaíña, con vistas sobre el Miño, esta iglesia parroquial es románica en origen (s. XIII), aunque ampliamente modificada después. Destacan los canecillos en el muro sur, con motivos geométricos, vegetales y figurativos.
Un hermoso arco románico en su día parte de una iglesia y hoy «camuflado» en la Avenida de Zamora.
La fachada contemporánea de esta iglesia parroquial contrasta con la sacristía moderna, donde vemos algunos canecillos que, aunque reutilizados, son propios de su origen románico: motivos geométricos y cabezas monstruosas. Se aprecian marcas de cantero en algunos sillares.
Iglesia que combina varios estilos, aunque en su interior conserva elementos puramente románicos, como el arco triunfal y los capiteles en los que se apoya, con decoración vegetal. Ambos son del siglo XIII.
Aunque muy transformada, esta iglesia conserva elementos románicos que la sitúan a comienzos del XIII. Destaca la fachada sur, con puerta con arco de medio punto y mochetas a diferente altura, una representando una figura humana con túnica. La cornisa está sostenida con canecillos de decoración simple.
Esta iglesia del s. XIII, en el núcleo de Gustei, destaca por conservar prácticamente intacta su espadaña original. Su portada principal mantiene el espíritu románico, con arcos de medio punto y arquivoltas con decoración vegetal y figurada. El tímpano, aunque rehecho, conserva una inscripción original.